Con el fin de reafirmar nuestro compromiso por la defensa de la democracia, los Derechos Humanos y la memoria histórica, el Directorio Nacional de Fenpruss lanzó una Campaña que busca revalorizar el proyecto de Salud encabezado por Salvador Allende y que fue truncado con el golpe de Estado cívico militar de 1973.
Así mismo, hoy nos sumamos a reconocer el valor que el gobierno de la Unidad Popular dio a las y los trabajadores, representados en organizaciones sindicales, como la nuestra.
A 50 años del golpe, no podemos desconocer el horror de la pérdida, el desaparecimiento, tortura, vejámenes y detenciones injustificadas del que fueron objeto cientos de trabajadores y trabajadoras de la salud, tanto profesionales, como no profesionales, durante la dictadura.
Haciendo memoria
El Programa de la Unidad Popular reconoció a la Salud como un derecho de cada ciudadano y estableció que es deber del Estado proporcionarla.
Así mismo, afirmó que la Salud es un proceso dinámico, de equilibrio permanente del hombre y la mujer con el ambiente que los rodea. En ese sentido, en el logro de ésta interviene decisivamente el nivel de vida, expresado en vivienda, salarios, cultura y educación.
Por otra parte, postuló que el principal recurso de Salud de un país es la comunidad organizada en pos de un mejor nivel de vida.
Siguiendo estos lineamientos, el gobierno de Salvador Allende estructuró un plan de acción sintetizado en 40 medidas, que abarcó lo político, lo económico y lo social. En el campo de la Salud se priorizaron medidas tendientes a mejorar el estado de salud de la población, en especial de niños y niñas. Es así que se estableció que todos los escolares de la Enseñanza Básica, cuyos padres no se lo pueden proporcionar, tengan el derecho a recibir desayuno y almuerzo gratuitos.
Adicionalmente, el Estado aseguró el medio litro de leche diaria a todos los niños y niñas de Chile, hasta los 15 años de edad y se contempló la instalación de consultorios materno-infantiles en las poblaciones, la asistencia médica y sin burocracia, y la entrega de medicina gratuita en los hospitales, suprimiendo el pago de los medicamentos y exámenes.
El 11 de septiembre de 1973 puso fin a este innovador enfoque sobre la Salud. Así mismo, dio término al trabajo organizado de una Central Única de Trabajadores que fue capaz, en la década del 70, de realizar una votación universal de más de un millón de trabajadores, lo que no se ha vuelto a repetir en Chile.
Hoy, como representantes de las y los profesionales de la salud centralizada, llamamos a las y los profesionales de la salud a ser parte de este ejercicio de memoria y de reflexión, desde la diversidad que somos y el respeto a nuestras diferencias.
¡Para que Nunca Más en Chile!
Comité de Derechos Humanos Confederación Fenpruss