Este 20 de septiembre el Consejo Constitucional aprobó la norma que establece que “La ley protege la vida de quien está por nacer”, una frase que sería parte de la propuesta constitucional que será plebiscitada en diciembre. De aprobarse el nuevo texto, la actual Ley de interrupción del embarazo en tres causales quedaría como inconstitucional y, por ende, habría que derogarla.
Hace una semana esta ley cumplió seis años, periodo en que ha servido para ayudar a muchas mujeres. Las estadísticas en este sentido son decidoras: desde su entrada en vigencia, ha habido 2.080 interrupciones del embarazo por la causal de incompatibilidad del feto con la vida humana (48,6% del total). La segunda causa más frecuente es la de riesgo de vida de la madre, con 1.296 casos; mujeres que son hijas, hermanas, madres, etc. que no murieron por llevar a término un embarazo. Por último, se han registrado 896 casos (21%) de interrupciones a causa de que el embarazo es producto de una violación, una de las peores agresiones que puede sufrir una mujer, y donde muchos de los casos corresponden a niñas de 13 años o menos. Lamentablemente, la tercera causal tiene rostro de niña.
Como Fenpruss hemos sostenido -y hoy reafirmamos- que la interrupción del embarazo es un tema de salud pública, así como un derecho de la mujer a elegir sin trabas morales externas que en general anulan la discusión de temas relevantes asociados a la responsabilidad del Estado de garantizar derechos para con las mujeres y personas gestantes.
Nuestro país ha suscrito múltiples tratados internacionales que así lo expresan, como la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belem do Pará), instrumentos internacionales que generan obligaciones para los estados firmantes, y que justamente ayer nuestro país logró la presidencia representada por la ministra de la Mujer.
Hace más de seis años, en medio de la discusión por la Ley de aborto en tres causales, nuestra Confederación Fenpruss presentó un lema: “La mujer decide, La sociedad respeta, El Estado garantiza, La Iglesia no interfiere, Las organizaciones defienden tus derechos”. Una posición que seguimos sosteniendo ante la arremetida conservadora y anti derechos del bloque que hoy es mayoría en el Consejo Constitucional.
Más allá de las consideraciones morales o espirituales de cada persona, lo que debe primar como política de Estado son los derechos de la población chilena, de la cual más de la mitad son mujeres y niñas que deben poder elegir sobre su cuerpo.
Comité de Igualdad de Oportunidades
Confederación Fenpruss