Calladita te vez mejor, las señoritas no responden, si te pega es porque te quiere, algo debe haber hecho por eso le pegó – por eso me pegó – algo debo haber hecho… me lo merezco, si me pega me quiere, porque el que te quiere te aporrea…debí quedarme callada, porque soy mujer, las señoritas no responden… y calladitas nos vemos mejor.

Crecimos con estereotipos truncados de realidad machista y patriarcal, el relato no se aleja de lo que hemos vivido durante la vida; niñas, adolescentes y mujeres de todo el mundo, de diferentes clases sociales, de la diversidad, de los pueblos originarios, de diferentes razas, mujeres que nacen y se hacen, crecimos creyendo que nos merecíamos la violencia verbal, la violencia sexual, la violencia de estado, violencia en el ámbito interno, en el trabajo, violencia sindical; porque la violencia tiene muchas caras, tiene muchos matices. Que no fue para tanto, que le pone color…la violencia es violencia, duele! y mata!

Esa violencia que se oculta con licencias médicas, para que no te descubran en el trabajo, no nos pasa nada, que nos duele la cabeza, que nos duele el corazón…que nos duele la vergüenza, ¿porque nos da vergüenza?, a nosotras las maltratadas, a nosotras nos da vergüenza…

¿Este 25 de noviembre tendremos que ver nuevamente esos zapatos rojos desplegados frente a la moneda, en lugares públicos, en cualquier lugar simbólico recordando a las que ya no están?, zapatos rojos que simbolizan la ausencia de las mujeres, hijas, hermanas, madres, esposas, parejas, que han sido víctimas del femicidio, vivencia y evidencia de las mujeres que no pudimos salvar, una muestra dolorosa de que llegamos tarde, un símbolo, un llamado y clamor a erradicar todo tipo de violencia en contra de las mujeres. El erradicar la violencia debe ser un compromiso de hombres y mujeres y un compromiso de la sociedad en su conjunto.

Como Confederación Fenpruss sindicato que representa a todas las y los profesionales de la salud de los establecimientos de la red, en donde más del 70% son mujeres, decidimos en la declaración de Pucón 2016 ”avanzar en la creación y comprensión del significado de una Fenpruss Feminista en su pensar y actuar, que sustente el trabajo en materia de igualdad de género que ha llevado a cabo la organización desde hace más de una década”. Por eso rechazamos también y repudiamos de manera contundente cualquier expresión cultural que sostenga un orden social basado en el abuso de poder, la violencia o sometimiento. Han pasado dos años de esa declaración, nuestra organización crece y seguimos en la lucha. Sabemos que es insuficiente pese al trabajo que hemos desarrollado durante años, porque nuestra organización fue vanguardista y pareciera que avanza más rápido de lo que lo hacen el pensamiento y las acciones de nuestra sociedad como colectivo y de muchos de sus integrantes como seres individuales.

Con valentía y convicción, debemos apostar a una visión renovadora del pensamiento y acción, que impacten en beneficio de nuestra Confederación y de sus integrantes, en nuestros lugares de trabajo, en nuestra sociedad y sin lugar a dudas, sin preguntarnos si es el momento;

porque si no es ahora…¿cuándo?