Durante la última semana nuevamente una institución, esta vez el ISL nos ha dado la razon y ha confirmado lo que ya dictaminó la suseso y los tribunales laborales algunos dias atras: Es la gestión de la autoridad local la que ha venido generando, de manera sistemática, un estilo de dirección que permite y avala el maltrato, el daño y afectacion a las y los trabajadores, principalmente mujeres, de la red del Servicio de Salud Talcahuano.
A los dos casos ratificados por el ISL como enfermedad laboral en la dirección de servicio, se suma una denuncia realizada a través de una tutela laboral en el Cesfam de Lirquén y un dictamen de la Suseso que ratificó una situación del mismo tenor en el Hospital de Tomé, la que sumada a las diversas denuncias por maltrato generadas en el Hospital las Higueras, que se han acrecentado luego del arribo del nuevo jefe de Recursos Fisicos designado a dedo, nos permiten configurar un cuadro lamentable en que el maltrato laboral pasa de ser la excepción a ser la regla para trabajar en la nueva administración.
Llama la atención, que todas estas situaciones se presenten en el marco de la instalación de las nuevas autoridades y sus personas de confianza junto con el respaldo tacito dado a las directoras de hospital tome y cesfam lirquen denunciadas por malos tratos por Fenpruss hace mas de un año y donde se ha hecho caso omiso, respaldándolas en los hechos, presentadose al dia de hoy un sinnumero de situaciones que atentan contra la estabilidad laboral, física y psicológica de nuestros compañeros y compañeras.
Frente a esta situación no tenemos que olvidar que la gravedad de este cuadro está dado no solo por los casos en sí, sino porque la vulneración generada daña irremediablemente al círculo más cercano del trabajador, afecta las relaciones laborales e inevitablemente genera una sensación de vulnerabilidad general.
Lo hemos planteado en numerosas oportunidades y a distintas autoridades de todos los niveles; como Fenpruss no vamos a permitir que el maltrato y el abuso se constituyan en una práctica común a la que debamos acostumbrarnos y recurriremos a todas las instancias necesarias para que la autoridad y su equipo entiendan que deben terminar con estas prácticas superadas en la historia.
No descansaremos hasta que ello ocurra.
