El pasado 06 de junio y en plena pandemia, pasó a engrosar la lista de dirigentes mapuche asesinados, Alberto Alejandro Trauquil Treuquil, Werken (vocero) de la comunidad autónoma We Newen, de la comuna de collipulli. Alejandro quien deja a 3 hijos, el mayor de ellos de 10 años, fue emboscado en horas de la noche, junto a 3 comuneros que quedaron con heridas de diversa consideración. De los homicidas nada se sabe, a pesar del cerco policial que rodea a la comunidad y del cual es responsable directo, tanto el general director de carabineros, como el propio ministro del interior.
Desde la Confederación Fenpruss, que agrupa a los profesionales de los servicios de salud desde Arica a Puerto Williams, lamentamos y condenamos este nuevo asesinato a un dirigente social de un pueblo hermano y queremos insistir, tal como dijéramos el 4 de diciembre de 2018 cuando en el ministerio de interior, la cartera de seguridad publica la comandaba Ubilla:
«La militarización del Wallmapu como consecuencia objetiva del abordaje del conflicto, resulta en una vulneración constante a los derechos de niños y niñas, adultos mayores y el pueblo mapuche y chileno en general, situaciones que como funcionarios y funcionarias de la salud publica nos toca abordar de manera directa, permanente y recurrente en nuestros trabajos»
Nos resulta indignante comprobar que el Gobierno insiste en implementar una visión sesgada, autoritaria e incapaz de dialogar con una sociedad plural y reitera su definición de abordar un problema de carácter político, bajo la lógica de la subordinación y la seguridad pública, tal como hemos visto en los desalojos de las comunidades Juan Kurrin en pleno centro de Temuco, el Lof Adkintue en Lonquimay, la huelga de hambre de 10 presos políticos mapuche entre ellos un machi que ya alcanza los 35 días y donde se le negara el ingreso a un medico vulnerando todos los tratados internacionales en la materia y por último la preocupante situación de las hortaliceras mapuche en Temuco. Todas estas acciones represivas realizadas con el Estado de Excepción, hospitales sobreexigidos y la gente en sus casas como telón de fondo del cuadro represivo, lamentable cobardía.
Nosotros y nosotras insistimos en que terminar con la lógica punitiva y criminalizadora del movimiento mapuche y a la vez, dar con los responsables de este crimen se transforma en un imperativo ético en el plazo inmediato. Sin embargo, a largo plazo es trascendental abrir una etapa de diálogo político que incorpore las demandas históricas de los pueblos originarios, de garantías de juicios justos y termine la persecución y asesinato a lideres y lideresas mapuche.
Agradecimientos a Pavel Guiñez Nahuelñir, Fenpruss DSS Talcahuano
Comisión de Igualdad de Oportunidades