Se acerca un nuevo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, lo que nos motiva a saludar y agradecer a nuestras socias de las más de 100 bases Fenpruss que componen nuestra Confederación, desde Arica a Puerto Williams.
Las mujeres representamos casi un 80% del personal de salud, tanto en atención primaria como secundaria y en las direcciones de servicio. También somos mayoría en el sector público y el privado, relevante dato para considerar, en especial en este estado de pandemia, cuando se evidencia con mayor fuerza la brecha entre hombres y mujeres ante esta necesidad imperiosa de que la salud sea la primera línea en la lucha contra el COVID-19.
Además de cumplir con el trabajo remunerado, ya sea en forma presencial, mixta o telemática, las mujeres históricamente asumimos la doble presencia. Las labores del cuidado y reproducción de la vida recaen con mayor fuerza sobre la mujer, en el cuidado de hijas e hijos, madres, padres, algún familiar enfermo o incluso el cónyuge. Con todo esto, debemos estar en condiciones y con la disposición de realizar las labores de cuidado en el momento que se requiera.
Así lo vimos en todas las áreas de las trabajadoras de salud, de distintas edades y situaciones contractuales, más propensas a sufrir maltrato o acoso laboral por no estar “con la camiseta puesta” al 100% por el servicio público. Esto conlleva un deterioro de la salud mental, pues el miedo no está permitido ante la creencia popular de que en el personal de salud están los héroes y las heroínas de la pandemia.
Por otro lado, la revuelta social acrecentó la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres, el fin de la violencia patriarcal y los derechos reproductivos y sexuales, entre otros. Pero no imaginamos lo que vendría el año que recién pasó. Logramos que por primera vez en el mundo, la conformación de la Convención Constitucional para redactar la nueva Carta Magna de nuestro país sea paritaria. Al mismo tiempo, la pandemia se nos presentó de manera inesperada y con ella se desató la crisis sanitaria más grande de los últimos tiempos, para la cual nuestro sistema de salud no estaba preparado debido a la precariedad a la que ha estado sometida durante varias décadas. Pero el sistema se sostiene por sus trabajadoras y trabajadores y, como ha quedado demostrado, sin nuestro personal de salud no habríamos resistido esta pandemia.
Por eso en este 8 de marzo queremos saludar y reconocer a nuestras socias de la Confederación Fenpruss, profesionales fuertes y valientes que se han entregado por completo en este año tan dificultoso para nuestro sector. Valoramos el sentido de compromiso con sus distintos roles en un sistema de salud que ha puesto sobre sus hombros la mayor carga de la pandemia.
Como organización y especialmente como Comisión Igualdad de Oportunidades, seguiremos procurando el derecho a la protección del cuidado infantil para la conciliación familiar, trabajando por erradicar la violencia de género en los puestos de trabajo y en todas las dimensiones de la vida, avanzando en promover los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, para que estas temáticas sean incluidas en la nueva Constitución paritaria que escribiremos juntas, para todos y todas y todes.
Comisión Igualdad de Oportunidades
CONFEDERACIÓN FENPRUSS