Hoy 7 de abril, en una nueva conmemoración del Día Mundial de la Salud, encontramos a Chile en medio de un nuevo proceso constituyente que, esperamos, proponga una nueva Constitución democrática para avanzar hacia un Estado Social de Derecho. En ese contexto, la discusión de cómo debemos entender la salud es uno de los principales ámbitos de preocupación de la ciudadanía.
La crisis del sistema privado de salud, que hoy se expresa en la situación de las Isapres, como también las limitaciones del sistema público para responder a las demandas de las personas, nos ponen la urgencia de resolver qué tipo de sistema de salud queremos instalar en Chile. Una interrogante que debe resolverse mirando el largo plazo, para otorgar así salud de calidad, mientras en lo inmediato se generan soluciones para las y los usuarios del sistema privado.
En su programa, el actual Gobierno señaló que una de sus prioridades era la reforma estructural de salud. Al comenzar el segundo año de la administración del presidente Boric, la agenda de seguridad, pero sobre todo, los mismos intereses de quienes no han querido avanzar en resolver los problemas del sistema sanitario en Chile, han impedido comenzar una discusión seria y profunda sobre este tema.
Por ello, en este Día Mundial de la Salud es necesario recordarle al Gobierno su compromiso por una reforma real que avance hacia un sistema de salud integrado, universal, solidario y de calidad, donde los aportes de las personas y el financiamiento del Estado se mancomunen en una sola entidad, creando un Fondo Único de Salud. Ahora bien, también es menester recordarle a la oposición y a los grupos de interés que han lucrado con la salud, que no es momento de mantener y perpetuar sus lucrativos negocios. Con la crisis del sistema privado en evidencia, y la experiencia de la pandemia a cuestas, hoy más que nunca es necesario pensar en el bien común.
En este sentido, y siendo consecuentes con nuestras primeras definiciones como organización sindical, desde Fenpruss seguimos señalando que debemos avanzar en consagrar la salud como un derecho reconocido en una nueva Constitución que supere el carácter subsidiario del Estado y consagre derechos fundamentales. La nueva salud debe sostenerse en los pilares de la seguridad social y para ello la reforma de salud se presenta como una gran oportunidad durante este año.
También recalcamos que cualquier reforma debe considerar una mirada profunda a las condiciones laborales de las y los trabajadores de la salud pública. Histórica ha sido nuestra demanda por una real carrera funcionaria, algo que hoy es compartido por el resto del mundo sindical de la salud. Por ello, el cambio estructural al sistema de salud centralizado en Chile, debe considerar un nuevo estatuto de salud para las y los trabajadores, garantizando estabilidad, reconocimiento y valoración a la vocación de servicio, para terminar así con la precarización del empleo en el sector.
Un nuevo sistema de no será sostenible si no cuidamos a quienes nos cuidan. El desafío es grande, y como Fenpruss hemos dicho a las autoridades que estamos disponibles para avanzar en conjunto hacia la nueva salud con derechos laborales garantizados. Ese sigue y seguirá siendo nuestro norte.
CONFEDERACIÓN FENPRUSS