En la Plaza ciudadana del Hospital de Arica se realizó un acto en memoria de nuestra socia de Fenpruss Hospital de Arica, Fabiola Vargas, tras ser brutalmente golpeada por su pareja en diciembre del 2022.
“Hoy cuando conmemoramos un año desde la terrible muerte de nuestra querida amiga y compañera, Fabiola Vargas, como Fenpruss, además de reconocer los aportes realizados por el movimiento feminista a la visibilización de la violencia contra las mujeres, recalcamos que es fundamental seguir luchando para erradicar todas las formas de violencia que afectan a las mujeres y niñas tanto en el mundo del trabajo, como en el hogar”, señaló Bárbara Rojas, dirigenta nacional y coordinadora zonal.
“A tres años de la instauración del Día Nacional Contra el Femicidio en Chile, las cifras siguen siendo alarmantes. El 2022 en América Latina y el Caribe, cada dos horas una mujer perdió la vida por razones de género”, recalcó la dirigenta durante la ceremonia organizada por Fenpruss Arica, el Colegio de matronas y matrones de Chile (AG) y las matronas del CR de la Mujer del Hospital Juan Noé Crevani.
En tanto, la presidenta subrogante de Fenpruss Arica, Ester Quispe, hizo un llamado a no ser indiferentes ante los signos de alerta que “puedan presentar nuestras compañeras de trabajo, nuestras amigas y familiares; a ser capaces de crear una verdadera red de apoyo para que las mujeres que son víctimas de violencia en sus distintas expresiones sepan que hay salid, que no están condenadas a vivir en violencia”.
Por el derecho a vivir una vida libre de violencia
El femicidio es la expresión más extrema de violencia de género que viven las mujeres en Chile y en el mundo. Más del 70% de las víctimas tenían entre 15 y 44 años, un 4% eran menores de 15 años.
El año pasado no fue mejor. De acuerdo al informe del Circuito Intersectorial del Femicidio en 2022, hubo 43 femicidios consumados y 180 frustrados. Y en aproximadamente 1 de cada 3 femicidios consumados, el victimario tenía al menos una denuncia anterior.
Las mujeres tienen el derecho a vivir una vida libre de violencia, derecho consagrado internacionalmente en tratados que han sido firmados y ratificados por el Estado de Chile.
“No quiero sentirme valiente cuando salga a la calle, quiero sentirme libre”