Este 2023 ha sido un año lluvioso en la zona centro y sur del país, con condiciones climáticas especiales que terminaron provocando grandes inundaciones en distintos territorios entre los meses de junio y agosto. Una de las regiones más afectadas por estos episodios fue la del Maule, y en específico la localidad de Licantén, donde el hospital local quedó con daño total tras dos episodios críticos de inundación.
Ante esta situación, tanto la base Fenpruss Licantén como la comunidad en general, piden con urgencia que se cumplan las promesas de un hospital modular y también que se concrete el proyecto del nuevo hospital de la comuna, proyectado para cuatro años más.
Ana Luisa Verdugo, dirigenta de Fenpruss Licantén, relata que tras la primera inundación ocurrida el 23 de junio, el hospital quedó con pérdida casi total, obligando a trasladar toda la atención a un colegio que luego también sería afectado por las aguas. Así, en el lapso de un mes, el recinto tuvo que funcionar en dos colegios. Actualmente, las distintas áreas del recinto funcionan en carpas que también fueron afectadas por la segunda inundación ocurrida el 22 agosto, lo que forzó a trasladar la unidad de Urgencia a otro colegio y el SAMU a una iglesia hasta que pasara el riesgo.
Esta dura realidad fue enfrentada con el compromiso de las y los funcionarios: “como hospital nunca hemos dejado de atender, incluso con la inundación y el río entrando, el servicio de urgencia siempre ha estado disponible. Los funcionarios han tenido un compromiso impresionante, incluso muchos que sufrieron la inundación de sus casas y luego de limpiarlas vinieron a trabajar”, relata Verdugo.
La dirigenta recalca que, si bien “la comunidad se ha portado muy bien y el servicio de salud logró tener una buena respuesta en la segunda inundación”, la atención de salud sigue haciéndose en carpas, y el gran impacto de la catástrofe ha llevado a que 47 del total de 124 funcionarios estén actualmente con permiso.
Ante esta situación, Fenpruss Licantén pide que se concrete el hospital modular que fue prometido por las autoridades tras la primera inundación, y que el proyecto de nuevo hospital definitivo para la comuna sea concretado. Desde la base también se pide que haya un representante de las y los funcionarios del hospital en la mesa de trabajo para la reconstrucción. Estas demandas fueron entregadas a la ministra de Salud, Ximena Aguilera, quien visitó la zona en junio.
Al mismo tiempo, la falta de respuestas y el impacto de la segunda inundación llevaron a que se conformara el movimiento ciudadano “Unidos por Licantén”, que integra a toda la comunidad de la zona. Fenpruss se hizo parte de este espacio, y el petitorio general incluye la demanda por el nuevo hospital, ante la preocupación por el futuro de la localidad.
“Existe una sensación de desamparo y olvido con este pueblo, lo que puede llevar a que la gente se vaya de la zona, se reduzca la población y eventualmente se ponga en riesgo el proyecto del nuevo hospital. Queremos evitar esto a toda costa”, comenta la dirigenta.
El impacto de la catástrofe sobre las casas, el comercio, el hospital y también la planta de celulosa, de la que dependen muchos empleos y familias, tiene a la ciudad en la incertidumbre. “Toda esta situación no solo ha afectado las infraestructuras, sino que también el ánimo de las personas. Las demoras en las soluciones para lo que pasó en la ciudad tienen a las personas bajoneadas”, indica Ana Luisa.
El llamado desde Fenpruss hacia las autoridades es a priorizar la reconstrucción de las zonas afectadas por las inundaciones, en especial de la infraestructura pública de salud, que es algo de primera necesidad especialmente en zonas más alejadas de las grandes ciudades. Licantén necesita un nuevo hospital para que la ciudad pueda volver a ponerse de pie.