Estimados dirigentes y dirigentas, socias y socios:
Junto con enviarles un afectuoso saludo, quiero comenzar valorando y agradeciendo el enorme esfuerzo desplegado por ustedes durante un año que ha sido particularmente duro en el marco de la pandemia del Covid-19, esfuerzo que pese a no tener un justo reconocimiento por parte de la autoridad, si ha alcanzado la valoración de la ciudadanía. Eso, al final del día tiene un valor incalculable, por cuanto se aprecia el compromiso, la responsabilidad, la calidad del servicio que brindan y que muestran no sólo en el contexto de emergencia sanitaria, sino que día a día en múltiples circunstancias, revalorizando la función pública.
A pesar de todos nuestros esfuerzos, las dificultades para desempeñar nuestra labor persisten, debido a la falta de voluntad política del gobierno para fortalecer el sector público de salud y velar por las personas detrás del uniforme en este contexto de riesgo sanitario concreto. Esta mirada miope, egoísta y cortoplacista de la autoridad, ha resultado en el desgaste de las y los funcionarios públicos, descuidados por un gobierno que tiene el deber de reforzar la salud pública, cuidar a sus trabajadoras y trabajadores, otorgarles las mejores condiciones laborales y valorarlos no sólo con aplausos y discursos, sino también con medidas concretas.
Hoy el país se encuentra ad portas de una discusión constitucional, la más relevante en décadas, en la cual uno de los principales objetivos de nuestra organización, como lo es instaurar la salud como un derecho garantizado constitucionalmente, será parte importante del debate. En ese marco, las y los profesionales deben ser parte en los distintos ámbitos de la discusión, porque sin duda, sus vivencias como piezas claves de la red asistencial son un aporte que los convierte en actores fundamentales, para orientar la discusión acerca de cómo construir un sistema sanitario, que apunte a la calidad del servicio, la universalidad, la oportunidad, la solidaridad como eje central para poder atender a la población y que sin duda dignifique el trabajo y la función pública, entregando condiciones laborales dignas para todas y todos.
Compañeras y compañeros, su valentía, empuje y determinación han sido fundamentales para enfrentar esta emergencia sanitaria que ha ido dejando al descubierto enormes desigualdades. Quienes estamos al cuidado del bienestar de las personas, sabemos que nuestro sistema sanitario está en crisis, pero ante las dificultades demostramos que nuestro compromiso con la salud de la población es a toda prueba y ante todo evento.
Cuando se acaba un año marcado por el dolor y la incertidumbre, pero sobre todo por la resiliencia, quiero decirles que trabajaremos incansablemente por sus derechos y su seguridad, como lo hemos venido haciendo durante 25 años.
Un fraternal saludo de reconocimiento y gratitud a nuestras socias y socios a lo largo y ancho del país. Con el empuje de Ustedes, la salud que soñamos es posible.
ALDO SANTIBAÑEZ YAÑEZ
PRESIDENTE CONFEDERACIÓN FENPRUSS
31 diciembre de 2020