Día Mundial de la Salud: Los desafíos post-pandemia para los sistemas de salud

Abr 7, 2024 | Editorial, Fenpruss

En 2019 la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció la meta de lograr la cobertura universal de salud para 2030 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La universalidad implica garantizar que todas las personas tengan acceso a los servicios de salud sin obstáculos, para lo cual es crucial contar con sistemas de salud financiados de manera sólida y eficiente, optimizando el uso de los recursos disponibles.

Sin embargo, alcanzar la universalidad implica superar diversos desafíos. Aunque se registraron avances significativos en la cobertura universal hasta 2015, el progreso se estancó en 2019. Además, el número de personas que enfrentan gastos catastróficos de salud aumentó constantemente entre 2000 y 2019, afectando a mil millones de personas a nivel mundial. Este incremento en los costos ha ido acompañado de un estancamiento en la expansión de la cobertura de servicios de salud en la mayoría de los países.

La pandemia del COVID-19 ha exacerbado esta situación. El 92% de los países experimentaron interrupciones en la prestación de servicios de salud esenciales, y para 2023 el 84% aún enfrentaba estas dificultades.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) insta a los países a reorientar sus sistemas de salud hacia la Atención Primaria, lo que permitiría proporcionar la mayoría de las intervenciones esenciales necesarias para lograr la cobertura sanitaria universal para el 90% de la población. Esta medida podría salvar la vida de 60 millones de personas y aumentar la esperanza de vida global en 3.7 años para 2030.

Para lograr esta reorientación es crucial aprovechar los aprendizajes obtenidos durante la pandemia, especialmente en el ámbito de la digitalización de la salud. La estrategia global de la OMS para la digitalización de la salud hasta 2025 destaca la importancia de centrar estas tecnologías en las necesidades de las personas, garantizando su accesibilidad, escalabilidad y sostenibilidad a largo plazo. Con más del 80% de las personas  utilizando teléfonos móviles y casi la mitad de la población mundial accediendo a Internet, el potencial de la digitalización en salud es significativo.

La mejora en la accesibilidad y eficiencia de los servicios de salud a través de la digitalización es fundamental para avanzar hacia la cobertura universal. Desde la emisión de recetas electrónicas hasta el intercambio de datos clínicos interoperables, la digitalización ofrece herramientas indispensables para este fin.

No obstante, seguirá siendo la fuerza laboral en salud la que tendrá el papel crucial en la consecución de la cobertura universal. La formación de equipos clínicos multidisciplinarios, apoyados por herramientas digitales y una formación continua, es esencial.

En este ámbito, sin embargo, han surgido importantes desafíos como lo que respecta a la salud mental de las y los trabajadores de la salud. A modo de ejemplo, en Estados Unidos solamente el 30% de las y los profesionales que trabajan para establecimientos relacionados con el seguro MEDICARE se describieron a sí mismos como personas felices, la cifra más baja desde el 2018. A esto se suma que más de un tercio informó que ha presentado síntomas de depresión y la mitad de ansiedad.

El empeoramiento de la salud mental de los trabajadores y trabajadoras de la salud, que continúa hasta la actualidad, es producto también de las limitaciones de recursos en los establecimientos de salud.

El National Health Care de Reino Unido aplicó una encuesta a sus trabajadores y trabajadoras donde en sus resultados destaca que solo el 32.4% declaró que existía personal suficiente en su hospital para hacer su trabajo correctamente. La remuneración también es una fuente importante de insatisfacción para la fuerza laboral, en tanto el 31,2% dijeron encontrarse satisfechos con su sueldo.

Los efectos del estrés y la sobrecarga asistencial derivados de la pandemia continúan afectando a las y los profesionales de la salud en todo el mundo. Por lo mismo, mejorar las condiciones laborales y brindar acceso oportuno a servicios de salud mental son pasos prioritarios para fortalecer los sistemas de salud.

En el Día Mundial de la Salud, desde Fenpruss creemos que es crucial impulsar acuerdos políticos que fortalezcan los sistemas de salud y los preparen para abordar los desafíos futuros. La combinación de una fuerza laboral robusta y en buenas condiciones, junto a la digitalización eficiente son elementos fundamentales para garantizar que todas y todos tengan acceso a servicios de salud de calidad, en línea con el derecho universal a la salud.

Hoy seguimos insistiendo a las autoridades que se avance en una real carrera funcionaria para las y los trabajadores de la salud, una medida que contribuirá a mejorar las condiciones laborales, reduciendo los riesgos en salud mental, las licencias médicas y otros problemas que terminan afectando a nuestra salud pública. Otorgar estabilidad y mejoramiento continuo a las y los profesionales hoy no es solo un tema de trabajo decente, sino un imperativo para mejorar nuestro sistema y entregar una mejor atención a las personas.

Un sistema de salud público, universal, digno, gratuito, de calidad y con buenas condiciones laborales sigue siendo el norte al cual Chile debe apuntar, y desde Fenpruss no cesaremos en empujar los cambios que sean necesarios en esta dirección.

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